miércoles, 7 de marzo de 2012

¡EDUCACIÓN!

La educación es un proceso continuo de aprendizaje, en el cual aprendemos muchas cosas, aparte de lo más teórico aprendemos sobre todo a ser personas, con todo lo que esto conlleva.
Un buen profesor debe contribuir al desarrollo del niño en todas sus vertientes, es decir, no solo debe centrarse en los contenidos, sino que debe trabajar con total libertad en el aula las emociones y sentimientos. Así pues, estas emociones hay que trabajarlas desde un primer momento, para que en un futuro esos niños no tengan problemas para expresar sus sentimientos y hablar sin pudor de todo tipo de cosas que nos ocurren en la vida cotidiana. Serán capaces de ponerse en el lugar de los compañeros, experimentarán la empatía, la cual es verdaderamente importante para crear vínculos entre ellos. Vínculos que marcarán sus vidas. Ahora bien, hay muchas veces que las personas tenemos dificultades para expresarnos. Éstas son debidas a la educación que ha recibido el alumno, ya que antigua y actualmente en muchas escuelas no se le da la importancia que se le debe dar a los sentimientos y se dejan en segundo lugar, poniendo en primer lugar la adquisición de conocimientos teóricos, como ocurrió por ejemplo en mi aula. Esto es un grave problema, porque no trabajar la expresividad desde primer momento, abiertamente en el aula, hace que a los alumnos les cueste muchísimo expresar lo que les ocurre, no saben definir cada sentimiento.

Por tanto, es necesario que en todas las aulas se trabajen adecuadamente los sentimientos, ya que de no ser así los alumnos carecerán de expresividad. Trabajando todo lo dicho (conocimientos teóricos, sentimientos, aspectos de la vida cotidiana) conseguiremos una formación integral del alumnado. No me olvido de lo más importante, ser felices. La felicidad es nuestra consecución.

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